Quien eran?
Los Almogávares, como a cuerpo militar, hace su primera aparición, de manera muy discreta, en las conquistas de Mallorca (1229) y Valencia (1238), pero, sus orígenes, son mucho mas antiguos. Los árabes llamaban Al-Mugavar (Los que provocan luchas) los grupos de pastores que, después de ver invadidas sus tierras de pastos por sarraïns (moros), no les quedaba mas remedio para sobrevivir que dedicarse hacer incursiones en las zonas ocupadas, ejerciendo tareas de castigo, información i mantenimiento de fronteras.
Sicilia, Empieza la leyenda
Después de les campañas de Mallorca y Valencia, por donde pasaron sin pena ni gloria, el cuerpo de Almogávares se queda sin trabajo, no hay luchas en el frente.. No es hasta que el rey Pedro el Grande, poco después de las mencionadas Vespradas Sicilianas (Revuelta anti-francesa en Sicilia) es coronado rey de Sicilia, que se abren las puertas de la gloria y la leyenda de los mercenarios catalanes.
Corre el año 1282, y con el fin de combatir a las fuerzas francesas que amenazan Sicilia, el rey Pedro el Grande ha enviado unos 2000 Almogávares.
La primera impresión que estos dan a los Sicilianos es pésima, según explica Ramón Muntaner en sus crónicas: Iban con un zurrón de pan, sucios, con harapos, sin escudos ni armas largas, tan solo con (coltells ) puñales y dardos. Este aspecto, contrario al concepto que se tenia de los ejércitos marciales y bien preparados, descorazonaba a los nativos Sicilianos.
No fue necesario esperar mucho para deshacer este descorazonamiento. Al romper el Alba atacaron las tropas Angevinas y la victoria sobre las tropas francesas fue avasalladora. “Hicieron tal carnicería que era una maravilla” ,explica Ramón Muntaner.
Su estrategia no era ya, ninguna novedad, pero su efectividad era terrible. Con una buena estructura de mando y una disciplina férrea, su falta de escrúpulos, la fuerza bruta y la sed de sangre, encontraban la canalización perfecta para hacerlos prácticamente invencibles, todo y estar en gran inferioridad numérica. Otro de sus puntos fuertes era la capacidad de aprovechar en beneficio propio el terreno de batalla, así, mientras las tropas enemigas, formadas básicamente por caballeros, necesitaban de un gran y pesada logística, las tropas Almogávares vivían sobre el terreno gracias al pillaje y a los recursos naturales.
No conformes con la severa derrota que habían infringido a sus enemigos, los Almogávares perseguían los por todo el sur de Italia, sumando victoria , tras victoria.
Hay una Leyenda que explica que:
durante la campaña de Sicilia un Almogávar cayo prisionero de los Francos y fue llevado delante del rey, este intrigado por la fama que ya tenían los almogávares, le propuso un trato.
El Almogávar se enfrentaría en un duelo a muerte, cada uno con sus armas, con el mejor de sus caballeros. Y si ganaba le dejaría libre.
El Almogávar aceptó sin dudarlo ni un momento. Y asi se vio con su lanza y su puñal delante del mejor caballero de los Francos, con toda su armadura y sus armas y montando del mejor de sus caballos.
El catalán se planto a una distancia suficiente delante del caballero francés y espero a que este se lanzase al galope contra el, y en ese momento, clavar la lanza contra el pecho del caballo, que, mal herido cayo abatido. Caballero y armadura rodaron por el suelo, pero, antes que el francés pudiera reaccionar, el almogávar ya le había saltado encima, arrancándole el casco y se disponia a cortarle el cuello con el puñal cuando el rey Franco le ordenó que se detuviera, lo dejaria libre, pero le rogaba que no le matase al mejor de sus hombres.
La Gran Compañía Catalana
Muerto Pedro el grande, y también de manera prematura su hijo primogénito, Alfonso II el Franc, todo el territorio de la corona, incluida Sicilia pasaba a manos de Jaume II, que quería firmar la paz con sus enemigos. Esta intención no fue aceptada por el parlamento de Sicilia que corono rey de Sicilia al hermano de Jaume, Frederic II, que se dispuso a seguir con la guerra en solitario con la ayuda del pueblo de Sicilia y de los Almogávares. Esta guerra entre los dos monarcas catalanes se alargó hasta la paz de Caltabellota, el 1302.
Terminada su aventura Siciliana, los mercenarios catalanes aceptaron la propuesta de ir a Bizancio con el objetivo de ayudar al emperador Andrònic II y neutralizar la amenaza turca.
A cambio de sus servicios, los Almogávares recibirían una elevada soldada, el título de Megaduque del Imperio romano de Oriente y la mano de la sobrina de Andrònic para su caudillo, Roger de Flor.
En septiembre del 1303, los Almogávares, entraban triunfalmente en Constantinopla, y Andrònic no tardo en enviarlos a una misión al cabo de Artaki donde las tropas turcas que amenazaban el imperio descansaban. Ocho días después, al alba, la tropa catalana se lanzaba en una operación relámpago sobre los turcos, en pocas horas los hombres de Roger de Flor, se habían hecho con el dominio del campamento enemigo y no dejaron con vida ningún hombre de mas de diez años.
A partir de aquí, la Gran compañía catalana, inicio una espiral de batallas que ese convirtieron casi irremediablemente en victorias y que llevo al Imperio Bizantino a recuperar rápidamente la posesión de sus antiguos dominios.
Los Almogávares, eren ya una leyenda. Pero, Roger de Flor, se dejaba llevar por su ambición, que lo llevaba a querer crear su propio imperio.
A la corte Bizantina esta ambición y el poder que había conseguido el ejercito almogávar daban mucho miedo.
La llegada del compañero de armas de Roger de Flor, en Berenguer de Entença con 1000 hombres mas, y el hecho que el caudillo almogávar exigiese el título de Cesar del Imperio, después de pasar a Berenguer de Entença el de Megaduc, provocó que los temores se disparasen a la corte de Miquel IX, hijo del emperador Andronic II.
¡¡DESPERTA FERRO!!
El famoso grito de guerra de los almogávares, se explica por la costumbre de los catalanes de golpear con el hierro de las espadas el suelo de tierra hasta hacer saltar chispas, eso se hacia antes de la batalla, para levantar así la moral de los combatientes.
La Venganza catalana
Pasado el invierno y antes de continuar la campaña por Anatolia, Roger de Flor se desplazó a Adrianpolis para despedirse del hijo del Emperador, Miquel, sin darse cuenta de la traición que este estaba tramando. Durante la cena de despedida, un grupo de griegos y alanos, asesinan al caudillo almogávar y a toda su escolta Al mismo tiempo Almogávares y comerciantes catalanes eran atacados por sorpresa en diferentes lugares del imperio. Hasta a una embajada catalana que pretendía negociar la paz fue aniquilada.
Desde su cuartel de invierno de Gal•lipoliel grueso del ejercio almogavar supero el sitio inicial y una vez asegurada la posición salieron comandados por Berenguer de Entensa a satisfacer sus ansias de venganza.
Empezaba la famosa “venganza catalana”, pasaron a sangre y fuego villas y ciudades sin respetar vidas ni bienes y esparciendo el terror por todas partes.
En el transcurso de esta campaña de venganza, fue hecho prisionero i encerrado en Génova el Sr. Berenguer de Entensa
Reunidos nuevamente en Gal•lipoli, y ya, con Bernat de Rocafort como nuevo caudillo los Almogávares decidieron plantar cara al ejercito bizantino mas numeroso que había conseguido nunca.
Después de hundir sus propios navíos en el puerto, para evitar la tentación de huir, y de resistir el sitio a que eran sometidos, de golpe las tropas catalanas se lanzaron sobre el ejercito bizantino acampado en las afueras de la ciudad. El choque fue brutal, pero los Almogávares acabaron triunfando y derrotando a los bizantinos.
La furia vengativa de los Almogávares, extendió el terror por todo el Imperio. El lugar donde habían estado asaltados los embajadores catalanes fue arrasado y ningún hombre, mujer, viejo, niño, ni animal fue dejado con vida. Su ira cayo también sobre los alanos, cómplices en el asesinato de Roger de Flor, muchos de ellos, conscientes de lo que les esperaba, decidieron matar ellos mismos a sus propias mujeres e hijos, antes de que cayesen en manos de los catalanes.
EL DECLIVE
Cuando Berenguer de Entensa volvió a Gal•lipoli, después de ser liberado, se encontró que, no era bien recibido por una gran mayoría de los Almogávares que apoyaban a su nuevo caudillo desde hacia dos años, Bernat de Rocafort. A Entença solo le daban soporte los aragoneses y los nobles, una minoría. Esto provoco, desconfianzas y enfrentamientos entre los dos grupos, en uno de estos incidentes resulto muerto Berenguer de Entença, Rocafort quedo como el único caudillo, pero la herida estaba abierta..
Con el tiempo, y a causa de su soberbia y tiranía, Rocafort, fue perdiendo también, la confianza de sus hombres. Esto junto con algunas derrotas frente de tropas griegas y la perdida de la capacidad y el sentido común por parte de Rocafort, que hasta y todo se otorgo el drecho de irse a la cama con las mujeres y las hijas de sus subordinados.
Hizo que la paciencia de los almogávares con su caudillo se agotase. Rocafort fue hecho prisionero y entregado al enemigo que lo dejo morir de hambre y sed en las mazmorras de Averse
Sin cabeza visible, la compañía se gobernaba con el nombrado “Consell de Dotze” (consejo de los doce). Una vez restablecido el orden interno, los almogávares continuaron extendiéndose hasta el golfo de Corinto..
No tardaron en llegar nuevas ofertas para contratar sus servicios como mercenarios. Durante seis meses estuvieron combatiendo para Gualter V de Briene, uno de los barones francoss que dominaban el sur de Grècia.
Pero, la historia se volvió a repetir, Gualter decidió deshacerse de los Almogávares y los pago solo dos soldadas de las seis que les debía.
Otra vez la compañía se veía luchando para defender su honor. Se apoderaron de plazas fuertes y de puntos estratégicos de la frontera y comenzaron las hostilidades.
La batalla de Cefís decantó la balanza en favor de los catalanes, que después de exterminar en la práctica a toda la nobleza franca de Grecia, se hicieron amos y señores del ducado de Atenas. Se repartieron, castillos y títulos, se casaron con las viudas de los señores francos eliminados y cambiaron el sistema de gobierno y la lengua de los francos en la chancillería y en las notarias, por la propia. Llegaba la dominación catalana a Grecia.
Pero con el tiempo, la falta de una estrategia dinástica coherente y las conspiraciones de algunas familias locales fueron mimando políticamente el dominio catalán.
Pero, los años no pasaban en vano, los Almogávares ya no eran lo que habían sido, no habían tenido una renovación generacional y los antiguos componentes de la gran compañía catalana contaban ya con la cincuentena de años.
El establecimiento de los catalanes en el ducado de Atenas, había levantado recelos entre sus antiguos rivales, sus enemigos no daban sus disputes por terminadas Los ataques de Genoveses, Servios, Albaneses, Franceses y Florentinos, consiguieron ir recortando trozos de las posesiones catalanas. Atenas resistió durante quince meses el sitio de Florentinos y Navarreses, pero en el 1390 se perdían las últimas posesiones de los catalanes en Oriente.
De los guerreros Almogávares tan solo quedaba un lugar de honor dentro de la historia.
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