lunes, 1 de febrero de 2010

NIÑOS CAMBIADOS POR LAS HADAS

NIÑOS CAMBIADOS POR LAS HADAS



Edmund Dulac-acuarela original para La Bella y la Bestia.


No siempre que un hada se acerca a un recién nacido es con buenas intenciones.

Una de las maldades más frecuentes y graves de las hadas es:

El rapto de un pequeño humano para sustituirlo por uno de sus hijos. Se sabe que la raza élfica, a pesar de su longevidad, no es muy robusta y le cuesta perpetuarse, por ello tiene interés en añadir a sus linajes niños humanos que son más fuertes que los élficos, dando así un nuevo vigor a su estirpe.

Los humanos raptados de muy pequeños se convierten en niños-hadas.

La elección se dirige especialmente hacia los varones, aunque ocasionalmente también se apoderan de niñas; por ello las madres de antaño, para engañar a las hadas, vestían a sus hijos de niña, les dejaban crecer el cabello y los llamaban con apodos femeninos.

Luis XV en 1712, vestido de niña, como era costumbre en aquel tiempo para los niños de la aristocracia

Igualmente eran más vulnerables los niños no bautizados, que al carecer todavía de nombre humano no estaban integrados totalmente en esta comunidad, lo que les exponía más fácilmente a la merced de los elfos. Por esta razón al neonato no bautizado los padres lo rodeaban de amuletos que impedían el paso a las hadas, tales como: Tijeras abiertas en la cabecera de la cuna, los zapatos del padre atravesados en la camita del niño, una ristra de ajos y serbal suspendidos en la habitación donde se hallaba la criatura.

Pero si a pesar de todas las precauciones el hada raptora ha logrado colocar a su elfo en la cuna del niñito, los padres de éste no se darán cuenta de inmediato, gracias al encantamiento, pero tampoco tardará mucho el engaño en manifestarse, pues el pequeño elfo no conserva por mucho tiempo la apariencia humana y vuelve a su aspecto real, es decir, el de pequeño esmirriado, deforme y arrugado.

Pues las hadas sólo se deshacían de sus hijos menos agraciados, nunca de los hermosos; además, los hijos de estos seres feéricos nacen con varios cientos e incluso miles de años.


Una vez descubierto el engaño, los desolados padres tomaban conciencia de que estaban ante un Changeling y que su hijo había sido secuestrado.

Aunque todavía quedaba una solución, un método para que los padres pudiesen recuperar a sus hijos robados……

--De él había muchas variantes, pero siempre se basaban en provocar al pequeño elfo la curiosidad –Elfos y Hadas son extremadamente curiosos—por alguna acción ilógica y, entonces, aprovechando la sorpresa, hacerle confesar su verdadera edad u origen. Si eso se lograba, ello actuaba como un verdadero sortilegio y obligaba al pequeño impostor a regresar inmediatamente al Reino de las Hadas y se devolvía al niño raptado.

--Citemos algunos de los casos:

• Una de las “sorpresas” más frecuentes consiste en hacer hervir un caldero lleno de agua en el que se arroja una docena de cáscaras de huevo, después de haberles sacado la clara y la yema.

Intrigado por este extraño manejo, el niño-elfo no puede evitar interrogar a su supuesta madre:

- ¿Qué haces, mamá?
- Preparo cerveza, hijo mio.
- ¿Y con qué la haces?
- Con cáscaras de juevos.


Hacer cerveza con cáscaras de huevo no es cosa corriente. Por eso el bebé élfico no puede evitar exclamar:

- ¡Tengo más de quince siglos, pero nunca he visto preparar cerveza con cáscaras de huevos!

Una vez pronunciadas estas palabras, el elfo desaparece como el humo y es sustituido por un bello bebé sonrosado al que su madre puede por fín mimar sin reservas.





--Otro ejemplo, en relación con un infiltrado Crimbil (equivalente galés de niño cambiado).



Las Bendith y Mamau se describen como unas mujeres enanas y feas.

La historia narrada por Rhys sucedió en una época en que muchos niños eran robados por esas hadas.

Había una joven madre viuda que guardaba a su hermoso hijo único con gran cuidado., pues los vecinos estaban seguros de que las hadas lo desearían.


Un día cuando el niño tenía unos tres años, la madre oyó un mugido extraño entre el ganado y fue a ver qué sucedía. Cuando volvió la cuna estaba vacía. Buscó desesperadamente a su hijo y encontró a un chiquillo arrugado que le saludó llamándola “madre”.


Ella estaba segura de que se trataba de un crimbil pues no crecía nada, y al cabo de un año fue a ver a un hombre sabio que le aconsejó acerca de la primera prueba a que debía someter al niño.
Esta consistía en una variante de la cocción de cáscaras de huevo:

Debía quitar la parte superior de un huevo crudo y remover el contenido.
Cuando el crimbil preguntó qué estaba haciendo, ella contestó que estaba preparando un pastelillo para los segadores.

El crimbil exclamó:

- “He oído decir a mi padre –y él lo oyó de su padre, y éste
del suyo—que la bellota fue antes que el roble; pero no he visto ni he oído a nadie que mezclara el pastelillo para los segadores en una cáscara de huevo”.


Estas palabras establecían su identidad de niño cambiado, pero la madre
todavía tenía que descubrir si su hijo estaba con las Bendith y Mamau.

Con este fin, tenía que ir al lugar donde se encontraban cuatro caminos
más arriba de Rhyd y Gloch cuando la luna llena tuviera cuatro días, y esperar allí hasta la medianoche. La procesión de las Bendith y Mamau pasaría por allí, pero ella debía permanecer en silencio e inmóvil, o todo se echaría a perder.

Esperó mucho tiempo hasta que oyó acercarse a la cabalgata de las hadas, y mientras pasaba vio a su querido hijo. Con gran esfuerzo, permaneció quieta, y al día siguiente fue a ver al hombre sabio. Este le dijo lo que tenía que hacer para recuperar a su hijo:

Tenía que procurarse una gallina negra sin ninguna pluma blanca o de otro color, retorcerle el cuello y asarla sin desplumarla sobre un fuego de leña. Cuando todas las plumas se hubieran caído, y no antes, podría mirar al niño cambiado.


Con gran dificultad, consiguió la gallina negra como el carbón y obedeció exactamente las instrucciones del hombre sabio. Cuando se volvió para mirar al crimbil, este había desaparecido, y oyó fuera de la puerta la voz de su propio hijo. Estaba flaco y cansado y no recordaba nada de lo que le había ocurrido salvo que había estado escuchando música agradable.

Afortunadamente hay soluciones para todo, incluso para el mal trago que es comprobar que han cambiado a tu hijo.



Montaje y Recreación:


Safe Creative #1001265384347

2 comentarios:

  1. Esta entrada da mucho miedo,pero es muy interesante.

    un abrazo.

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  2. Es verdad, hay ninas y ninos que se ven como mas viejitos ( no me refiero a la enfermedad de la vejez premature), se ven como maliciosos, como jugados. Ahora lo entiendo.

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