martes, 5 de octubre de 2010

LA LLAVE - Leyenda Murciana - España


Calasparra es un pueblo de Murcia, situado en la zona del Noroeste de la región, exactamente entre las sierras de la Muela, Ricote y los Álamos.
Es famoso por su arroz, por su Santuario de “La Virgen de la Esperanza” lugar de veneración Mariana.



En cierta ocasión mi familia y yo, decidimos hacer una excursión dirigiéndonos hasta este lugar, antes del almuerzo nos detuvimos en dicho Santuario para admirar cuanto
de él se cuenta. Visitamos la gruta donde se dice que la Virgen se apareció, era
asombrosa la sencillez de la cueva y al mismo tiempo la magnitud y la paz que
en ella se percibía. En otra habitación vendían medallitas bendecidas y otros
abalorios y souvenir del lugar.



Recorrimos el interior del Santuario y llegamos a una escalera que conducía al camarín de la virgen, pasamos a una habitación y de sus paredes pendían colgados numerosos trajes de novia, de comunión, de soldado, etc.. Y en una mesa, alrededor, toda clase de
objetos. Nos dijeron que eran ofrendas hechas a la Virgen y seguimos mirando.



En una repisa guardada celosamente en una urna de cristal, me llamó la atención un objeto, se trataba de una llave vieja y antigua.



Con inquietante curiosidad pregunté a un anciano, que al parecer se encargaba de su custodia, y éste con gran sentimiento y poniendo en ello parte de su vida, me relató su
historia…………


Se dice, que hace muchos años, más de los que yo podría recordar –dijo- una mujer a la que perseguía la justicia por su mala reputación y por algún delito que según decían había cometido, vino a esconderse a estos parajes; La mujer que estaba embarazada, llena de miedo y pavor, por los que la perseguían y porque se acercaba la hora de tener a su
hijo, se refugió en una cueva del monte; Dolorida y sin saber que hacer, pidió
con todo fervor a la Virgen de la Esperanza, que protegiese a ella y a su hijo del peligro que corrían.




Muy cerca de allí se oían voces y cuando parecían estar al pie de la cueva, la mujer se puso de parto dando a luz a un hermoso niño. En ese mismo instante la cueva se iluminó y la entrada de la misma parecía haberse borrado, nadie diría que allí existiese tal cueva y al poco tiempo las voces desaparecieron.




Cuando la madre cogió al niño en sus brazos, miró hacia el techo, vio a una mujer muy hermosa que los contemplaba con una dulce mirada y maternal sonrisa en los labios y le dijo: “-No temas por tu hijo, ni por ti tampoco, yo os protegeré y podrás criar al niño sin ningún peligro, toma esta llave que preservará la entrada de la cueva, para que nadie
pueda descubrir que estáis aquí ocultos, cuando quieras entrar o salir llévala
contigo y nadie mas que vosotros dos descubrirá este refugio...” Y mirando al niño le dijo; “-Esta misma llave que le entrego a tu madre, algún día, te servirá también a ti para abrirte las puertas del cielo...


Y diciendo esto la imagen de la virgen desapareció. La mujer y el niño vivieron siempre en este lugar y jamás fueron molestados por nadie. Al paso de muchos años murió la madre y el joven guardó celosamente la llave sin separarse de ellas ni un solo instante de su vida”




-¿Y que pasó con el muchacho ¿Cómo llego la llave hasta aquí? Y ¿qué se sabe...?


Le pregunté con insistencia, no había terminado la última pregunta, cuando el anciano levanto los ojos y con ternura en la mirada me sonrió dulcemente. Era como si estos
ojos me dijesen ¡¡No preguntes más!! O ¡¡Que puedo yo decir...!!


No sé, pero cuando el anciano terminó su relato, sentí dentro de mí algo extraño, algo que me pedía seguir escuchándole...


Pero su voz cansada ya, no dijo nada más y con una despedida breve nos alejamos de aquel lugar.


Cogimos el coche y seguimos nuestra ruta, pasamos el día como habíamos previsto, regresamos a casa... Al cabo de algún tiempo aquella historia quedó un poco en el olvido.



Varios años después, una noticia que vi en el periódico, al parecer sin importancia, pero a mí me sobrecogió haciéndome estremecer, la nota del suceso decía…….


“-En el pueblo de Calasparra, en una habitación del santuario de la “Virgen de la Esperanza” donde se guardaban objetos ofrecidos a la Virgen, tumbado al pie de una urna de cristal, han encontrado muerto a un anciano que al parecer guardaba celosamente el contenido de la caja, se dice que nunca se le ha visto apartarse de ella. Aunque lo extraño es que ésta estaba vacía y con las puertas abiertas. No se sabe si ha sido
motivo de robo, lo cierto es que una llave que había en su interior ha desaparecido, sin haber sido forzada la puerta de la caja de cristal
”.


Aquello me hizo recordar el relato del anciano, la dulzura que había en su rostro cuando
terminó de hablar, con su mirada era como si hubiese querido contar algo más,
algo, que jamás nadie hubiese escuchado de sus labios, su misteriosa razón de
la guarda y custodia de aquella singular llave...


Fuente: Anonima





Montaje y Recreación:



1 comentario:

  1. Yo tambien soy amante de las leyendas y de la mitología en generla. Te invito a que leas la adaptación que escribí en mi blog de una leyenda de la que me hablaron en las montañas de León. Se llama "El Lago Ausente" y trata de cómo la ira de un peregrino ante el desprecio de los habitantes de un pueblo, Isoba, provocó la inundación de la aldea dando lugar al lago que hoy se llama Ausente.

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